martes, 4 de enero de 2011

Mensaje Domingo 2 de Enero

Dios da poder a su pueblo y lo bendice con paz…

Salmos 29.11: Jehová dará poder a su pueblo;  Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
Salmos 84.4-7: Bienaventurados los que habitan en tu casa; Perpetuamente te alabarán. Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion.
La NVI dice: Según avanzan los peregrinos,  cobran más fuerzas…
1 Corintios 4.20 NVI: Porque el reino de Dios no es cuestión de palabras sino de poder.
Generalmente cuando hablamos del poder que Dios quiere derramar sobre su pueblo hablamos del poder del Espíritu Santo y citamos Hechos 1.8. Y yo creo en el poder del Espíritu Santo. Es un poder que nos capacita para dar testimonio de Cristo, para predicar, para orar por los enfermos, para extender el Reino de Dios…
Pero no podemos limitar el poder que Dios quiere dar a su pueblo al poder del Espíritu Santo en nuestra tarea evangelística. Dios quiere llevarnos más allá y es por eso que hoy quiero hablar de TRES PODERES (aparte del poder del Espíritu Santo) que Dios quiere dar a su pueblo.
3 Poderes que Dios da a su pueblo

1.     El Poder de La Palabra Revelada
Cuando hablo del poder de la Palabra Revelada, no estoy hablando simplemente de conocer la Biblia o estar informados con respecto a lo que Dios ha dicho, sino que estoy hablando de cuando la Palabra de Dios cobra vida dentro tuyo. Es allí donde se activa el poder de Dios que produce cambios y transformaciones profundas en tu vida. Es cuando las verdades de Dios se encarnan en tu corazón.
Es cuando dentro de ti nace el deseo de adquirir sabiduría y conocimiento de Dios para tu vida.
Proverbios 2.1-11 NVI: Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios. Él reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable. Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles. Entonces comprenderás la justicia y el derecho, la equidad y todo buen camino; la sabiduría vendrá a tu corazón, y el conocimiento te endulzará la vida. La discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá.
El poder de la Palabra Revelada es tener la sabiduría de Dios gobernando nuestra vida.
¿Cuántos quieren sabiduría de Dios?
La sabiduría de Dios viene de dos maneras:
(1)   Es un regalo de Dios: Porque el Señor da la sabiduría…
(2)  Es una búsqueda activa: …si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido…
La sabiduría de Dios te hace vivir en el poder de Dios.
Proverbios 3.13-17 NVI: Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro. Es más valiosa que las piedras preciosas: ¡ni lo más deseable se le puede comparar! Con la mano derecha ofrece larga vida; con la izquierda, honor y riquezas. Sus caminos son placenteros y en sus senderos hay paz.
Proverbios 4.6-8 NVI: Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no olvides mis palabras ni te apartes de ellas. No abandones nunca a la sabiduría, y ella te protegerá; ámala, y ella te cuidará. La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría!  Por sobre todas las cosas,  adquiere discernimiento. Estima a la sabiduría, y ella te exaltará; abrázala, y ella te honrará;
El rey David en el Salmo 27 decía que una cosa demandaba al Señor, que le permita estar todos los días en su casa para contemplar su hermosura y para inquirir en su templo. La palabra inquirir habla de procurar conocer, de escudriñar, de preguntar, de informarse, de consultar, de buscar sabiduría. Y en el salmo 84 decía que prefería un día en la casa de Dios que mil días fuera de ella.
Note este detalle:
ü  Un día tiene 24 horas.
ü  ¿Cuántas horas son 1.000 días? 24.000 horas.
ü  Entonces: 2 horas en la presencia de Dios adquiriendo sabiduría y revelación de la Palabra son mejor vividos que 2.000 horas que equivalen a 83 días sin buscar de Dios.
ü  Por otro lado 2 horas invertidas en Dios nos hacen avanzar y crecer lo que a otros le llevaría 83 días. Es por eso que aquel que tiene el poder de la sabiduría de Dios avanza en la vida más rápido que aquel que no la tiene. Puede alcanzar en 1 día lo que a otros le llevaría 1.000 días. Puede tener en dos horas lo que a otros le llevaría 83 días. Porque va de poder en poder, conforme avanzan los días tiene más fuerza.
2.     El Poder de hacer riquezas
Deuteronomio 8.17-18 NVI: No se te ocurra pensar: Esta riqueza es fruto de mi poder y de la fuerza de mis manos.  Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza;
Poder de Dios para prosperar. Es un don que Dios da. ¿Cuántos quieren recibirlo? Yo lo quiero. Todo lo que venga de Dios yo lo quiero. Yo quiero ir de poder en poder como dice el Salmo 84.7.
El problema de muchos cristianos es que han aprendido mal la Palabra. Es que muchas veces en las iglesias cristianas se ha visto a la pobreza como una virtud.
Salmos 107.41: Levanta de la miseria al pobre…  NVI: Pero a los necesitados los saca de su miseria…
Salmos 113.7-8 TLA: A la gente pobre y humilde la saca de la miseria, y le da un sitio de honor entre la gente importante.
Por otro lado miremos este texto:
Deuteronomio 15.6-7 LBLA: Pues el SEÑOR tu Dios te bendecirá como te ha prometido, y tú prestarás a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado; y tendrás dominio sobre muchas naciones, pero ellas no tendrán dominio sobre ti.  Si hay un menesteroso contigo, uno de tus hermanos, en cualquiera de tus ciudades en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre, sino que le abrirás libremente tu mano, y con generosidad le prestarás lo que le haga falta para cubrir sus necesidades.
Para poder dar primero tengo que tener. Puedo dar en la medida que he recibido. Sólo puede prestar al pobre aquel que tiene sus necesidades cubiertas. El plan de Dios es que vivamos en libertad financiera para poder ayudar y bendecir a otros.
Por otro lado: El pobre no vive en libertad. Constantemente depende de otros. Generalmente vive endeudado porque vive a cuenta de los favores que le dan los demás.
Romanos 13.7-8 NVI: Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos;  si deben contribuciones,  paguen las contribuciones;  al que deban respeto,  muéstrenle respeto; al que deban honor,  ríndanle honor. No tengan deudas pendientes con nadie
Dios quiere prosperarte económicamente para que prestes y no pidas prestado, para que no le debas a nadie nada, para que vivas en completa libertad.
En la Biblia encontramos una historia donde los hijos de los profetas tuvieron un proyecto de construcción y fueron con el profeta Eliseo al monte a traer madera. Mientras estaban trabajando vino uno con un problema, se le cayó el hierro del hacha en el río, y se lamenta porque era prestada. El profeta Eliseo toma el palo, lo pone en el agua y el hierro del hacha flotó. Escucha esto: Dios quiere hacer milagros económicos en tu vida pero necesitas tres cosas:
(1)   Un proyecto, un sueño, una visión, un plan, deseos de superación…
(2)   Buena disposición para trabajar duro…
(3)   Determinar devolver lo que no es tuyo, pagar tus deudas, restituir lo prestado…
Dios va a hacer el milagro, lo imposible, pero vos tenés que hacer tu parte.
¿A cuántos se les ha hundido el hacha? Dios va a hacer un milagro.
El diablo pudo haberte tocado el hacha, pero no tiene poder para retenerla. El diablo pudo haberte tocado con la pobreza, pero no tiene poder para retenerte allí. Dios va a hacer milagros en tu vida. Te vas a levantar con el poder que Dios da para comenzar a prosperar… enfócate en tu proyecto, en tu sueño, trabaja duro, determina salir de las deudas y Dios hará el milagro.
3.     El Poder del carácter
Cuando hablamos del poder del carácter estamos hablando del poder de aquel que tiene ciertas características como la integridad, el buen nombre, la lealtad o fidelidad, la persistencia.
Integridad
Proverbios 22.1: De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama más que la plata y el oro.
El cristiano que desarrolla el poder del carácter sabe poner las cosas en su debido lugar. Por un lado quiere prosperar pero no a cualquier costo.
Entiende que de mayor valor es tener un buen nombre que muchas riquezas. Es mejor dejar como herencia un buen testimonio que riquezas con vergüenza.
José manifestó poder de carácter cuando la esposa de su jefe quiso acostarse con él y él no cedió ante la tentación. Posiblemente si accedía iba a ser favorecido, pero José retuvo su integridad. Primero tuvo que sufrir sus convicciones pero luego tuvo su recompensa.
Tristemente hay muchos cristianos que fallan en este aspecto. Por no saber esperar los tiempos de Dios sacrifican sus convicciones y caen en la trampa del diablo.
La Biblia dice de Job que él retuvo su integridad. En primer lugar su integridad permitió que Dios derramara bendición sobre su vida en abundancia. Pero cuando Satanás se levantó contra él al punto de quitarle todo, Job se mantuvo fiel y leal a Dios.
Job 2.9-10: Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad?  Maldice a Dios,  y muérete. Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?  En todo esto no pecó Job con sus labios.
Posiblemente es más fácil ser íntegro en tiempos de bendición y abundancia que en tiempos de prueba. Pero Job mantuvo su lealtad a Dios aún en los momentos más duros de su vida.
El poder del carácter.
Lealtad
Ser leales a Dios, a nuestras convicciones basadas en la Palabra de Dios. Ser leales a nuestra familia. Saber honrar a nuestros padres. Ser leales a nuestros hermanos en la fe.
Ser leal es mantener mi fidelidad en las buenas y en las malas.
Persistencia
Gálatas 6.9: No nos cansemos de hacer el bien,  porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
3 Poderes que Dios da a su pueblo:
Poder de la Palabra Revelada. Poder para hacer riquezas. Poder del Carácter.
Salmos 29.11: Jehová dará poder a su pueblo;  Jehová bendecirá a su pueblo con paz.

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