Una Vida Plena
Hace muchos años Víctor Heredia cantaba: “Me preguntaron cómo vivía, me preguntaron… sobreviviendo dije, sobreviviendo…”.
Si alguien le pregunta a usted ¿Cómo vive? ¿Cuál sería su respuesta? Porque la distancia entre una vida plena y simplemente sobrevivir es enorme.
Quizá la primera pregunta que surja es: ¿Es posible vivir una vida en plenitud?
Jesús dijo: “… yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.” (Juan 10.10).
La palabra abundancia que usó Jesús hace referencia a una vida de calidad superior, una vida en plenitud.
Creo que la vida de muchos se resume en una búsqueda intensa por encontrar sentido, significado y propósito a su vida. Se resume en una búsqueda de la felicidad. Aristóteles decía: “Todos los seres humanos a pesar de perseguir metas distintas, buscan y anhelan lo mismo: la felicidad.”
Pero: ¿Cuándo hablamos de felicidad, de qué estamos hablando? Porque hay diferentes conceptos que la definen. Por ejemplo:
v Una definición del diccionario dice que felicidad es un “estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.” Si esto fuera verdad todos aquellos que son ricos deberían ser muy felices. Pero sabemos que no es así.
v Por otro lado el significado primario del término en los principales idiomas europeos parece estar relacionado con el concepto de buena suerte, una buena oportunidad, un buen suceso;
v Para los anglosajones la felicidad está relacionada a que sucedan cosas, que se logren éxitos en la vida.
v Para los latinos la felicidad no consiste tanto en lograr cosas, sino que está relacionada más con el desarrollo de lo afectivo, con lo familiar.
v En nuestra cultura, producto de la globalización, tenemos una mezcla de todos estos conceptos y aquí es donde surgen varias situaciones:
o Muchos pueden decir que se sienten realizados en su profesión, en su actividad laboral, se sienten exitosos en sus negocios y en las cosas que han alcanzado y logrado, pero no pueden decir que son felices.
o Muchos han logrado formar una buena familia y se encuentran bien afectivamente pero tampoco se sienten plenos en la vida.
o Una tercera realidad es que algunos en su afán de ser exitosos descuidan su familia y no pueden ser felices. Y otros, en su deseo de dedicar atención a la familia, no se desarrollan lo suficiente en su profesión o actividad laboral y se sienten frustrados.
o Por otro lado hay personas que ya se han acostumbrado a no ser felices que ya no lo notan. Es como la gente que vive al lado de las vías de un tren: después de un tiempo dejan de oír su paso. Pero yo quiero decirte que no te acostumbres. Que no se te pase la vida en una búsqueda sin sentido. Quiero decirte que Dios quiere que seas feliz, que tengas una vida en plenitud.
v Para muchos ser feliz equivale a tener. Pero tener no es ser feliz. Alguien con ironía dijo que “la felicidad consiste en pequeñas cosas: un pequeño palacio, una pequeña fortuna, un pequeño yate.” Sabemos que tener facilita la vida y que no tener lo necesario la complica. Pero, ¡Cuántas personas hay que tienen de todo y sin embargo se sienten vacíos!
v El rey Salomón en el libro de Eclesiastés cuenta de que a lo largo de su vida fue tratando de descubrir el sentido de la vida.
o El primer camino que recorrió fue el de desarrollar su sabiduría, conocimiento e inteligencia. Al punto de llegar a ser considerado el hombre más sabio de la tierra. Pero aún así se sentía vacío. El segundo camino que siguió fue el camino del placer. Finalmente desarrolló grandes proyectos y fue exitoso en todo.
o Eclesiastés 2.4-11: “Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; me hice huertos y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. Me hice estanques de aguas, para regar de ellos el bosque donde crecían los árboles. Compré siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa; también tuve posesión grande de vacas y de ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. Me amontoné también plata y oro, y tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de música. Y fui engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría. No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena. Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol.”
o Otra versión dice así: vi que todo era absurdo, un correr tras el viento…
o Todo lo que había hecho, logrado, alcanzado no llenaba el vacío existencial que había dentro de su corazón.
o Descubrió que la felicidad no está en el saber, tampoco en el placer, ni en el tener, ni en el lograr cosas.
o Entonces: ¿A qué conclusión llegó?
o Eclesiastés 12.1: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;”
v Finalmente descubrió que la felicidad era un regalo de Dios para los que lo buscan. Descubrió que la felicidad es la recompensa de vivir cada día en una relación personal con Dios. Por lo tanto descubrió que la felicidad es 100% un estado del espíritu.
v Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Nuestra esencia es espiritual. Y sólo desarrollando una relación espiritual profunda con el Creador es que encontramos plenitud.
v Agustín de Hipona decía que nuestras almas están inquietas hasta que encuentran su descanso en Dios.
v El pastor Carlos Mraida escribió lo siguiente: “Venimos de Dios y vamos hacia Él. Nuestro pasado y nuestro futuro están ligados a nuestro Creador. Por lo tanto cuando anulamos esa relación, negamos nuestra dimensión espiritual, y se produce el vacío. Entonces tratamos de llenarlo con cosas, con personas, con actividades, con trabajo, con logros, sin darnos cuenta de que ese vacío pertenece a otra categoría. No es material, por lo tanto no se llena con cosas. No es emocional, por lo tanto no se llena con personas. Su naturaleza es espiritual.”
v No se trata de religión se trata de relación. Se trata de regresar al hogar como la parábola del hijo pródigo de la cual habló Jesús. Es que dentro del corazón de cada uno de nosotros cuando vivimos lejos de casa hay nostalgia de Dios y nuestro vacío permanecerá hasta que no regresemos.
v Este joven de la parábola de Jesús descubrió que ni los muchos bienes, ni la supuesta autonomía, ni el placer, ni la vida sexual disipada pudo llenar ese vacío. Por el contrario, todo eso lo dejaron con hambre y en decadencia. Fue allí que él se dio cuenta que lo único que podía llenar su vacío era volver a la casa de su padre.
Para concluir: ¿Cuál es el problema de muchos? El problema es que postergan su decisión y se dan cuenta tarde de esta realidad.
Es como el hombre de la parábola de Jesús en el Evangelio según S. Lucas 12.16-21.
Un hombre trabajador, esforzado, previsor. Un hombre que había tenido mucho éxito en todo lo que emprendió al punto de que un día se pregunta: ¿Qué voy a hacer con tanto? Y comienza a diseñar un plan para los próximos años de su vida. Pero ese día tiene un encuentro con Dios y Dios le dice: “Necio, esta noche es la última noche de tu vida y lo que has provisto, ¿de quién será?”
Toda su vida había postergado a Dios y ahora se da cuenta que era tarde.
v Esta es la realidad de muchas personas. Llega un momento en sus vidas donde dicen: “No fue mi intención olvidar a Dios”, “No fue mi intención vivir lejos de Él”…
v Se dan cuenta de que si hubieran buscado a Dios antes su realidad presente sería diferente.
v La mayoría de estas personas son buenas personas, responsables. Son personas que no están en contra de Dios y que se consideran cristianas.
v Es gente que hoy está ocupada y preocupada por ganarse el pan de cada día, por pagar el alquiler o el crédito de la casa, por terminar de pagar las cuotas de los electrodomésticos que compraron, por ganar dinero para darle a sus hijos un mejor pasar que el que ellos tuvieron y la posibilidad de una buena educación. Gente ocupada en lograr cierta estabilidad para poder vivir un poco más tranquilos.
v Note que todo esto que mencioné son todas cosas buenas…
v Esta gente es gente que nunca decidió no tener en cuenta a Dios en sus vidas, solo que están esperando encontrar el momento, la oportunidad de hacerse un tiempo para alimentar su vida espiritual.
v Pero lo urgente sigue dominando la escena de su vida cotidiana postergando siempre a lo importante… y muchas veces esto continúa hasta ser demasiado tarde, y la vida se pasa sin sentido, sin propósito, sin ser feliz.
v El error es pensar que nuestra vida cotidiana no tiene relación con Dios. Pensamos que Dios no se interesa en ayudarnos a ganar el pan de cada día o a pagar el alquiler, o las cuotas de los créditos. Pensamos que Dios no nos puede ayudar a brindarle lo mejor a nuestros hijos y lograr cada día una mayor estabilidad y calidad de vida.
v Todo eso es porque tenemos un concepto religioso de Dios.
v Es más, hay gente que piensa que primero tiene que resolver sus problemas de conducta antes de buscar a Dios.
v La verdad es que Dios quiere convivir dentro del cuadro de tu trabajo, de tus sufrimientos y luchas, de tus problemas y temores. Aún Dios quiere convivir dentro de tus problemas de conducta y ayudarte a cambiar. Dios está interesado en los detalles más mínimos de tu vida.
v El problema nuestro es cuando le cerramos la puerta. El problema nuestro es cuando seguimos postergando nuestra búsqueda de Dios y no le damos lugar en nuestra vida.
v Lo más triste es que no solo estamos postergando a Dios sino que estamos postergando nuestro propio bien, estamos postergando la posibilidad de vivir una vida plena y en paz.
Salmo 73.28: Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
La palabra que usa el salmista en hebreo es tob y puede traducirse como: bien, bueno, mejor, superior, éxito, bienestar, felicidad, beneficio.
Salmo 34.8: Prueben, y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en él confía!
Salmo 34.10: …los que buscan al Señor nunca les faltará ningún bien.
Para terminar: En primer lugar quiero darte gracias por aceptar esta invitación a nuestro Día del Amigo y acompañarnos en esta reunión, pero como pastor del CCPA quiero invitarte a dar un paso más, a que tomes hoy una decisión, que te aseguro, cambiará el resto de tu vida. LA DECISIÓN DE ACERCARTE A DIOS. La decisión de volver al hogar. La decisión de poner tu fe en Él. La decisión de entregarle tu vida. La decisión de permitirle que a partir de hoy sea tu Señor y Salvador.
Jesús dijo: Vengan a mi todos los que están trabajados y cargados que yo les daré descanso. (Mt.11.28)